Todos sin excepción buscamos precisamente eso. Es irremediable e inevitable. No importa cuantas cosas podamos perder en ello. No importa dejar una vida, una gran amistad o la familia que te acunó. Todo va a dar igual, y más que resetearte el disco va a cegarlo. Algunos se atrevieron a apodarlo enfermedad. En cambio otros se proclamaron héroes sin destino consumidos por su propio ego. Pero sin duda alguna, mi preferido es aquel que decidió conspirar o infectar a cambio de ser inmune, ¡que grande!
El radar o el chip es más que invisible, y aunque uno piense que ya no busca lo que no se encuentra, se sigue buscando sin más, sin remedio, todo el tiempo, sin descanso. Y lo que más me va a costar entender es porque tanto sacrificio en vano. Que felicidad, placer o sensación instantánea y caduca otorga para tirarse al abismo. ¡Es el suicidio premeditado más feroz de toda la historia! Y nadie se atreve a criticarlo, a condenarlo o al menos a ponerle freno o aviso. Aún no conozco producto más eficaz e infeccioso. Y es que llegados a estar impresionados, lo más fascinante es que va a conseguir eclipsar nuestra seña mas destacable en la evolución, el razonar.
Insólito es el, amargo el que lo espera, inconsciente el que ya no toma precauciones, feliz el que lo vive, y muerto el que lo probó.
Love your site.. very nice photography
ResponEliminahttp://timeoutdoors.blogspot.com/
a veces es mejor eso: el avismo, el no pensar, el dejarlo todo... ya que se da el paso, se hace decidido y convencido de lo que se siente en ese momento.
ResponEliminaQué peculiares somos!
Qué complejos!
Qué imprevisibles!
... me gushta.... jajaja
p.d.: ya sé q no voy, pero te digo, te aviso, te anuncio, que en breves nos veremos, dándolo todo, como no, en la época fátidica que nos toca...
animos para los tiempos que corren!!! :P
muaaaaaaaaaaaaa!