diumenge, 30 de maig del 2010

There's no place like homE*


No hay nada que inspire más a un poeta o a un simple mortal que una bonita canción, capaz de amenizar la peor de las fiestas o de contentar al más infeliz de los duendes. Todo recobrará su sentido al final del camino. Pero, ¿ y si no hay sentido?

Razón o fe, esa maldita dicotomía de la cual nunca fue posible salir. Supongo que al fin y al cabo todo será cuestión de fe. O eso, es lo que me temo tanto como amo.

Esa pequeña constante, esa luz que transforma nuestras tristezas en la fuerza de los gigantes. Siempre hay esperanza, siempre hay solución, siempre hay elección, siempre hay fe...

Aún a pesar de los descreidos, de los insensatos, de los que se abandonaron y de los que perdieron, a pesar de todos ellos sigue habiendo fe, y la tienen más que ningun otro para poder así recordarse en una faceta algo desconocida y sin aviso previo. Destino o profecía, algo que se nos escapa. Esa cara medio triste, consciente de lo que va a ocurrir, esa media sonrisa que no acaba, esos ojos nostálgicos, y esa espalda cargada de tanto peso que ya no sabe donde reposar. Se le olvidó, como a todos se nos olvida el sonreir.

A veces pienso que se apagó esa luz que nos protege, a veces pienso que todó acabó, que la solución nunca existió para nadie y que tanta lucha no sirvio más que para reirse de mi fe.

Ahora estoy seguro de ella, aunque, ¿ hasta cuando? Nadie lo va a saber, esa es la propia esencia de una vida que pretende nunca terminar. Desaparecer es renacer, la energia solo fluye y eso es precisamente la raíz de nuestro devenir.

Tened fe...

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